Todo periodista que se encuentra inserto en las redes sociales y la web 2.0 está expuesto -por la naturaleza del oficio- a mucha interacción orientada a hacer debate o crítica respecto a los contenidos divulgados. Estas respuestas algunas veces vendrán de usuarios que prefieren mantener formas apropiadas y en otras oportunidades los periodistas se prestarán a ser blancos favoritos de trolls.
Esto sin duda plantea un reto para la gestión periodística en redes sociales, ya que no aceptar la crítica como algo natural del oficio y ofuscarse ante ella o enfrascarse en discusiones de baja calidad, termina por perjudicar nuestra reputación en la web.
Aquí un ejemplo polémico en el que Beto Ortiz responde las críticas de un usuario de Twitter:
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Periodista llama "puta" a usuario por criticarlo. |
Según el manual llamado "Las 10 mejores prácticas para medios sociales", publicado por The Kight Center, empresas y medios como The Guardian, Reuters, Roanoke Times y Dow Jones ya tienen políticas orientadas a que sus trabajadores respondan siempre de manera profesional y eviten las polémicas inútiles.
Según el mismo manual, se debe alentar a los reporteros "a no engancharse en guerras con ‘trolls’ o lectores irracionales. Esto reduce la credibilidad del periódico y eleva la visibilidad del antagonista. Es subjetivo, y con frecuencia un área gris. Se requiere precaución, y los reporteros deberían ser conscientes de los peligros de la confrontación."
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